Falsos positivos en resonancia magnética funcional

Publicado el 2 de octubre de 2009 por Sergio Monge

resonancia magnética salmon muerto (fmri)

¿Alguna vez habéis visto un scanner de la cabeza de un salmón? El campo del neuromarketing ha utilizado varias tecnologías de las neurociencias para tratar de averiguar que pasa por en la mente de los consumidores cuando estos visualizan anuncios publicitarios. Muchas afirmaciones se han hecho al respecto de si tal o cual anuncio activa tal o cuales zonas cerebrales y las posibles implicaciones de esos hechos.

La credibilidad del neuromarketing está muchas veces por las nubes. Parece que una tecnología tan cara debe ser infalible. Los sujetos entrevistados mienten pero… ¿cómo va a mentir una resonancia magnética funcional del cerebro de un sujeto? Está claro que nadie tiene tal grado de control como para falsear los datos de una resonancia de nuestro cerebro.

Pues bien, los salmones si lo tienen. Wired ha publicado un artículo sobre una resonancia magnética realizada sobre el cerebro de un salmón. Utilizando el riguroso protocolo de investigación del neuromarketing, Craig Bennett pidió al salmón que se fijara en las imágenes que estaba mostrando en pantalla y tratara de identificar las emociones en las caras de los individuos que aparecían en ellas. Tal y como indica el poster de su presentación, el salmón no estaba vivo en el momento del escaneo.

Lo cierto es que el salmón era uno de tantos objetos absurdos por escanear y la broma podía haberse quedado ahí, pero resultó que el escaner reveló actividad en una parte del cerebro del pez. Craig asegura que si yo fuera otro absurdo investigador extraería la lógica conclusión de que “un salmón muerto percibiendo humanos puede predecir estados emocionales.” Podría incluso asegurar que zona cerebral es la responsable de dicho análisis.

La historia del salmón, que ha levantado considerable interés en ámbitos científicos, nos dice que las neurociencias son un método falible como cualquier otro para hacer investigación en marketing. No debemos colocarlas en un pedestal simplemente porque utilicen equipos caros, ya que hasta estos equipos pueden ver actividad cerebral dónde no la hay.

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2 comentarios

  1. Mertxe
    2 de octubre de 2009

    jeje, buen ejemplo! En todas las investigaciones hay “artefactos” o ¡variables contaminantes. Hay que diseñar muy bien los experimentos para tratar de soslayar al máximo esas interferencias.


  2. JFA
    6 de octubre de 2009

    Hay que reconocer que se trata de un caso realmente curioso :)


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