La neurociencia de la belleza
Ha llegado a mis manos este artículo sobre los principios neurocientíficos de la belleza. La conclusión principal del artículo es que que el placer estético es una función de las dinámicas de procesamiento del perceptor: cuanto más fácilmente es capaz de procesar un objeto el perceptor, más positiva será su respuesta estética.
El campo del diseño ha intentado sintetizar una serie de principios universales en cómo percibimos las cosas (por cierto, os recomiendo este libro sobre Principios Universales del Diseño). Si lo que sugieren los resultados de este artículo es cierto, cuanto más sencillo de comprender un objeto, más bello es. Por ejemplo, la simetría, que forma parte de casi todos los cánones de belleza, simplificaría el procesamiento de un objeto. De ese modo consideramos más bellos a los objetos y personas con un alto grado de simetría. Algunas conclusiones concretas del estudio tienden a confirmar los principios que el diseño gráfico lleva mucho tiempo aplicando a la publicidad.
Personalmente, no creo que la belleza sea tan simple como una serie principios determinados genéticamente (o por mera familiaridad). Los cánones de belleza han variado con las épocas, nuestra cultura popular nos indica que a veces las imperfecciones (o las asimetrías) pueden contribuir al atractivo de los objetos y… a veces, lo que encontramos bello es tan personal e inexplicable.
Me da la impresión de que la belleza tiene que tener que ver con las cortezas asociativas. Las ideas o “memes” que asociamos a lo que vemos sin duda tienen que despertar nuestras emociones y tener algún efecto sobre nuestra percepción de la belleza. No niego que deben existir algunos principios que despierten emociones primarias pero no creo que eso sirva para comprender la mayoría de nuestros mecanismos de percepción de la belleza. Y vosotros, ¿qué pensáis?
Fuente: Lucid Thoughs.
Etiquetas: belleza, estética, neurociencia
12 de septiembre de 2009
Yo empecé mi trabajo sobre Neuroestética con ideas como esta, de que había patrones que de alguna manera resultarían “bellos” para nuestro cerebro. Y sí, parece que algo hay, pero quedan tremendamente diluidos y condicionados por las experiencias culturales, sociales y vivenciales de cada uno. La “belleza” no es una construcción mental, sino cultural.
12 de septiembre de 2009
Bueno, pero un patrón cultural podría ser algo familiar, es decir, determinado patrón que ha sido percibido con cierta frecuencia y ha formado algún tipo de “circuito neuronal”.
Si las conclusiones del estudio estuvieran en lo cierto, tenderíamos a considerar bello aquello que nos resultara familiar. Y a veces es precisamente lo extraño lo que nos cautiva.
14 de septiembre de 2009
Así de complejo es nuestro cerebro!!! Puede resultarnos bello algo “exótico” auqneu no nos sea familiar y ahí puede haber explicaciones neurofisiológicas (patrones neuronales que nos inclinan a la simetría, simplicidad, ect) o influencias culturales (lo exótico es cool en determinados ambientes). Así somos….