Formación para la Detección de Emociones

6 de mayo de 2014 1 comentario

tristeza

Ya hemos hablado en alguna ocasión del Grupo Detecta y de Juan Ángel Anta, que aplica técnicas de detección de emociones  a un campo muy distinto del nuestro: la criminología. Recientemente ha publicado los resultados de la evaluación de unas sesiones de formación que están realizando:

  • Con 2h de formación en identificación de emociones faciales, los resultados mejoran en el 75% de los participantes: el 73% de los mismos han identificado más del 71% de las emociones.
  • Con 5h de formación el 92% de los participantes mejoraron sus resultados: el 80% de los participantes superaron el 71% de identificación de emociones.

Por otro lado, según nos cuenta, el 100% de los participantes es capaz de identificar las 7 emociones básicas de Ekman (Alegría, Arrogancia, Asco, Enfado, Miedo, Tristeza y Sorpresa) con 2h de formación. Cuando entramos en distinciones más finas, el 73% son capaces de reconocer 9 emociones de un total de 11.

Probablemente este tipo de formación sería muy interesante en diferentes ámbitos, no sólo el criminológico.

 

 

 

¿Hay un botón de compra del cerebro?

25 de marzo de 2014 3 comentarios

Cienciaexplora - Neuromarketing

Jose A. Pérez ha publicado un artículo sobre neuromarketing con ese título en Cienciaexplora. Cuando lo estaba escribiendo, se refirió a mí para preguntarme el porqué de tantas críticas que está recibiendo recientemente la disciplina. Se estaba refiriendo al escándalo que generó hace unos pocos años Martin Lindstrom en el New York Times (que fue respondido por Psychology Today y Forbes):

  1. You Love Your iPhone. Literally (“Amas a tu iPhone. Literalmente”), dijo New York Times el 30 de septiembre de 2011.
  2. Do You Really Love Your iPhone, That Way? (“¿Realmente amas a tu iPhone de esa manera?”), se preguntaba Psycology Today al día siguiente.
  3. No, You Don´t Love Your iPhone In That Way (“No, no amas a tu iPhone de esa manera”), respondía Forbes un día después.

La verdad es que leyendo mis palabras en la entrevista me veo un poco pesimista. Lo cierto es que aunque sigo creyendo que hay mucho potencial en estas técnicas y que ofrecen información que ninguna otra técnica declarativa puede darte. Pero también es verdad que aún les queda un largo camino por recorrer, especialmente en lo que respecta a la creación de estándares aceptados globalmente para el uso de neurociencias en la investigación de mercados. Yo diría que no pasarán menos de 10 años antes de que la neurociencia pase a ser mainstream en investigación de mercados.

Potenciales de acción evocados

7 de octubre de 2013 No hay comentarios todavía

Neuroelectrics, una spin-off de Starlab, tiene un blog sobre EEG y hace poco ha publicado un artículo explicando algunos de los potenciales de acción evocados conocidos para dicha técnica. Un potencial de acción evocado (event related potential, ERP) es un cambio de potencial que se puede leer en el EEG como respuesta a algún acontecimiento.

ComponentsofERPUno de los ERP más conocidos es la famosa señal P300, un potencial de acción que se produce como respuesta a un estímulo discordante en una serie de estímulos estándar. La señal muestra un pico positivo entre 200 y 700 ms después de la exposición al estímulo (cerca de los 300 ms, de ahí su nombre).

El articulo menciona otros potenciales de acción, como pueden ser el Steady State Visual Evoked Potential (SSVEP), que se usa habitualmente en interfaces cerebro-ordenador y que es la base de la tecnología utilizada por Neuro Insights, pero quizá el que más me ha llamado la atención es el llamado Error-Related Negativity (ERN).

El ERN es un pico negativo que se observa entre 80 y 150 ms después de que hayamos dado una respuesta errónea. Para que podamos medirlo, debemo diseñar una tarea en el que el sujeto tenga que tomar decisiones muy rápidas (por ejemplo, lo que aparece en esta imagen…¿es un animal?). Lo más curioso de esta respuesta cerebral es que se produce tras un error seamos o no conscientes de él.

 

Ana Maiques de Starlab

10 de julio de 2013 No hay comentarios todavía

Muy interesante la entrevista a Ana Maiques que publica JotDown. Ana es cofundadora de Starlab. Una lectura recomendable.

La neurociencia podrá borrar malos recuerdos

5 de agosto de 2011 4 comentarios

recuerdos

Los Apuntes Científicos desde el MIT de Pere Estupinya son siempre curiosos e interesantes de leer. Hace unos días ha publicado uno muy completo sobre la posibilidad de borrar recuerdos cuya lectura es  muy recomendable.

Al parecer la memoria es algo mucho más dinámico de lo que tendemos a creer. Lejos de funcionar como un disco duro, cada vez que accedemos a un recuerdo de nuestro cerebro, lo estamos reescribiendo y, por lo tanto, potencialmente alterando la información que contenía. Quizá los tratamientos que la psicología ha utilizado con pacientes con shock postraumático (contar los hechos, revivirlos) son útiles gracias a este efecto. Cada vez que revivimos el hecho traumático estamos cambiándolo un poquito, quizá para que sea más soportable.

Al parecer, nuestra memoria está continuamente reconsolidándose. El proceso de consolidación de la memoria, que supuestamente fija nuestros recuerdos y hace que sean más resistentes a alteraciones, requiere que se sinteticen determinadas proteinas en el cerebro y los científicos han descubierto que inhibiendo la síntesis de esas proteinas se puede evitar que se formen recuerdos a largo plazo. Viejos recuerdos (ya consolidados) que no deberían ser vulnerables a esta inhibición de proteinas se pueden perder si se “accede de nuevo” a ellos. Acceder a nuestros recuerdos los coloca en un estado fragil en el que pueden ser borrados con la química adecuada.

El sistema no está exento de problemas. Algunas de las sustancias que se utilizan para inhibir la síntesis de proteinas son tóxicas y nunca se podrían utilizar para crear un fármaco utilizable en humanos. No obstante, ya se empieza a especular sobre las utilidades terapéuticas del “borrado de recuerdos” en el tratamiento de desordenes postraumáticos o adicción a las drogas.

Incluso se está explorando la vía contraria. ¿Se pueden hacer los recuerdos más resistentes al cambio? Si es así, lo que los científicos descubran en este campo… ¿tendría aplicaciones en la comunicación comercial?

La foto es de jronaldlee. Más información sobre la reconsolidación de la memoria en este artículo científico.

Burbujas económicas

28 de julio de 2011 3 comentarios

El otro día leía un artículo de The Frontal Cortex en Wired sobre si podíamos prevenir la próxima burbuja (muy recomendable lectura). El autor se pregunta si hay algo en la forma en que funciona nuestro cerebro que nos impida evitarlas. ¿Por qué caemos una y otra vez en las burbujas? La idea del artículo volvió a mí mientras veía Inside Job, un documental que cuenta básicamente como se desarrolló la burbuja inmobiliaria en EE.UU. que acabó desencadenando la caída de Lehman Brothers, de la mayor aseguradora norteamericana y el inicio de la crisis.

Dominique Strauss-KahnHay una escena en Inside Job en la que Dominique Strauss-Khan (sí, el que después de violarse todos mercados internacionales como director del FMI fue detenido en EE.UU. por intentar violar a una empleada de un hotel) cuenta como en una reunión a finales de 2008, cuando el desastre estaba estallando, varios grandes financieros le dijeron algo así como “tenéis que poner regulación para que esto no pase” “nosotros somos malos por naturaleza, tenéis que sentar un marco que regule”. Es gracioso. El documental cuenta como el sector bancario ha perseguido una desregularización salvaje desde los años 80 mediante todos los lobbys políticos a su alcance. Esa desregularización culminó con con un escenario absurdo entre 2005 y 2008: los bancos concedían hipotecas a clientes que sabían que no las podían pagar para poder empaquetarlas en productos financieros que recibían la máxima calificación de las agencias de rating. Después vendian esos productos a la vez que los aseguraban (“apostando que no iban a ser pagados”). Todo el sistema estaba corrupto: aprovechaba los vacíos legales para hacer un dinero que era obvio que no estaba generando externalidades positivas al cambiar de manos. Desde un punto de vista lógico no parece posible que los que lideraban aquellas acciones (directores, jefes de ventas…) no comprendieran lo que estaban haciendo.

Y, sin embargo, ahí están algunas características humanas que “nos impiden ver el bosque”. Read Montague ha investigado las burbujas desde la perspectiva del cerebro. Coloca a los individuos en un escenario de inversión similar al de 1929 o a la de finales de los 90 dentro de un escaner y les ofrece la posibilidad de invertir. Se invierte en rondas. Digamos que en las primeras rondas el sujeto invertía sólo un 10% de lo que podía invertir. Al ver subir la bolsa, los sujetos se lamentaban de su inversión. En lugar de estar agradecidos por sus ganancias, los sujetos comparaban lo que habían ganado con lo que “habrían podido ganar”. Es lo que Montague denomina aprendizaje ficticio (“fictive learning“), la capacidad del ser humano para aprender de escenarios hipotéticos. Más sorprendente es que parece que los muy fumadores son más resistentes a este aprendizaje ficticio, quizá porque han aprendido a callar esa vocecilla en sus cabezas que les dice que deberían dejar de fumar.

Otra cuestión interesante que podría explicar la anécdota de Strauss-Khan es lo que Montague denomina el “efecto club de campo”. ¿Qué sucede cuando la gente se reune en el club de campo y habla de todo el dinero que está haciendo con sus inversiones? Cuando se han hecho experimentos de inversión competitiva se ha visto que es tremendamente placentero ganar más dinero que los demás. Como consecuencia, el deseo de hacerlo mejor que otros que otros puede llevarte a tomar riesgos mucho mayores de los que serían razonables.

¿Si sabes que lo que haces no está bien porqué sigues haciéndolo? Porque todos los demás lo hacen. Y me duele terriblemente que se estén enriqueciendo mientras yo no lo hago.

Lo cierto es que eso es un problema para aquellos que toman decisiones corporativas al más alto nivel. Todo tiende a abstraerse en forma de dinero. Cuanto gano, cuanto pierdo. Cuanto gana, cuanto pierde mi competidor directo. Rara vez es fácil ver, más allá de la hoja de excel, cuales son las consecuencias de tus decisiones sobre las personas, el medio ambiente o incluso la estabilidad económica de tu país… o del mundo.

Dos caras

20 de junio de 2011 No hay comentarios todavía

Ilusión Visual de Dos caras

El original se puede ver en Flickr (autor: Jeff Arris). Visto en Mindhacks.

Neurowear

7 de mayo de 2011 1 comentario

Los japoneses son la bomba. Mientras el resto del mundo está intentando desarrollar neurotecnología que nos diga qué tipo de reacción tienen los consumidores ante la publicidad o que permita implementar mejores interfaces persona-máquina, ellos se las han arreglado para hacer un curioso juguete con ella.

Neurowear vende unas “adorables” (kawaii, que dirían ellos) orejas que se mueven en función de la actividad cerebral del portador, elevándose cuando el nivel de atención se incrementa. El trasto se llama Necomimi y aquí lo podéis ver en acción con visitantes de una feria:

Percepción Selectiva

2 de mayo de 2011 2 comentarios

Tenemos una capacidad asombrosa para ignorar determinados estímulos y concentrarnos en otros. La atención es una fuerza realmente poderosa en nuestra mente y nos permite separar el grano de la paja, a veces con efectos sorprendentes. La capacidad para centrar nuestra atención en determinados estímulos ignorando los demás se llama percepción selectiva, y hablé de ella cuando revisamos las tres barreras de la persuasión.

Hay varios videos interesantes en la red sobre percepción selectiva. El más común de ver en charlas y conferencias es el siguiente test que se ha utilizado incluso en publicidad (hay que contar el número de pases del equipo blanco):

Pero la mente humana, de la mano de la psicología experimental, nos tiene aún más sorpresas reservadas. Nuestra atención puede condicionar en tanta medida. Gracias a Aitor llego a este artículo que recoge los sorprendentes experimentos de Daniel Simmons. Estos experimentos demuestran que la selectividad de nuestra percepción nos puede dejar ciegos ante el cambio.

Oda al Cerebro

11 de abril de 2011 No hay comentarios todavía

Visto en MindHacks.