Retos del neuromarketing (3): mala imagen
En todos los países en los que el neuromarketing ha alcanzado a la opinión pública se ha producido una tendencia en la opinión pública en contra de esta técnica de investigación. Casi siempre, esta reacción negativa se ha debido a un tratamiento sensacionalista por parte de los medios de comunicación que conduce a la asociación de estas técnicas con la manipulación. A veces también tiene que ver con el desconocimiento de las capacidades reales de las neurociencias y el consiguiente temor por cuestiones relacionadas con la privacidad.
Uno de los debates principales que se produjo durante la conferencia Neuro Connections (Cracovia, 5-7 febrero de 2009) fue precisamente en torno a este tema. La pregunta que estaba en el aire era: ¿Cómo podemos mejorar la imagen que la sociedad (y los consumidores) tienen del neuromarketing?
La opinión de algunos neurocientíficos reunidos era que la palabra “neuro” tenía connotaciones negativas en la sociedad en su conjunto. Tanto es así que se debatió incluso cambiar el nombre al campo de estudio (de “neuromarketing” a “consumer science”, por ejemplo).
Mi opinión personal es que en algunos casos es fácil deducir el origen de esta mala imagen. Libros y artículos periodísticos o divulgativos han explotado expresiones como “neuromarketing: en busca del botón de compra del cerebro” que no han contribuido en absoluto a tranquilizar los ánimos de la opinión pública. El público supone que la tecnología de medición de las respuestas cerebrales es poco menos que lectura mental y lo cierto es que dista mucho de eso.
La mala imagen del neuromarketing ante la opinión pública es uno de los grandes obstáculos que a superar para esta nueva técnica de investigación. Mayor incluso que los retos técnicos para hacer que esta metodología sea efectiva. En la actualidad, muchas marcas se niegan a utilizar el neuromarketing porque no quieren ver su marca asociada con estas técnicas. En no pocas ocasiones, grandes marcas han utilizado estas técnicas para testar sus productos o sus anuncios y después lo han ocultado para evitar la mala imagen.
Otros retos del neuromarketing:
- Elevado coste
- Tamaño de la muestra
- Mala imagen
- …
Etiquetas: imagen, mala, manipulación, neuromarketing, reto
15 de junio de 2009
Me he gustado como suena Consumer Science, más que Neuromarketing que es verdad que puede tener connotaciones negativas(a mi personalmente me suena a científico y cables, mala combinación). El inconveniente lo encuentro en que se acotaría mucho al estudio del consumo, sin contar con que el neuromarketing puede ser de utilidad para otro tipo de hábitos.
15 de junio de 2009
Bueno, Josune. Yo no creo que el cambio de nombre solucione el problema. Si lo empiezan a llamar Consumer Science pero los medios le dan el mismo tratamiento sensacionalista estaremos en las mismas en muy poco tiempo.
17 de junio de 2009
[...] La opinión general es que es necesario que el sector del neuromarketing defina y se adhiera masivamente a un código de principios éticos que guíen la investigación. Los científicos consideran que una acción conjunta y coherente en este sentido les ayudará a combatir la mala imagen que tiene actualmente el neuromarketing. [...]
15 de enero de 2010
[...] de los problemas que tiene el neuromarketing y del que hablábamos en un artículo anterior es la mala prensa que ha generado en la mayoría de las sociedades occidentales en las que ha [...]