Grupo Detecta
Cuando hablaba de la serie Miénteme emitida por Antena 3 en este artículo, poco podía imaginar que muy cerca de mi lugar de residecia en Bizkaia habría una empresa que se dedica principalmente a lo mismo: detección de engaño. El pasado lunes tuve la visita de Juan Ángel Anta, del Grupo Detecta, una empresa de servicios criminológicos especializada en detección de engaño que imparte cursos de fromación y ofrece servicios periciales. Fue muy interesante escuchar que tipo de herramientas utilizan para saber si las personas mienten. Juan Ángel ha estado en Estados Unidos estudiando el método de Paul Ekman (lectura de las expresiones faciales universales que están unidas a estados emocionales) y, aunque utiliza estás técnicas en sus análisis, para ellos no es suficiente. Su método incluye entrevistas estructuradas, análisis de la expresión corporal, y otra serie de técnicas psicológicas para al final obtener “indicios de engaño”. Aunque para mí la cuestión de si alguien miente o no era binaria (o miente o no miente), Juan Ángel me ha hecho ver que existe toda una serie de matices: una persona puede iniciar un fragmento de relato con una emoción real, pero manifestar una emoción fingida en otra parte del relato. Por otro lado, que alguien manifieste una emoción fingida no necesariamente tiene que significar que está mintiendo sobre lo que dice en ese momento.
Aunque se pueden saber cosas a partir de un video, Juan Ángel es escéptico con respecto a la certeza que se puede lograr basándose únicamente en un discurso concreto, sin examinar el lo que podríamos denominar la “expresión basal” de la persona. Algunas personas son muy expresivas con las manos. Otras no. Para algunas personas dejar sus manos quietas puede ser un indicio de que están intentando engañar o de que no tienen certeza en lo que dicen, para otras simplemente es su expresividad natural.
Él mantiene un blog en el que ha colgado una serie de análisis muy interesantes, como ejemplo de en qué se basa su trabajo. Su socia mantiene otro blog de criminología. En su página se pueden ver también las publicaciones que han realizado e incluso una presentación sobre un estudio muy interesante con secuestradores.
Uno de los principales problemas del neuromarketing es que todavía hoy en día resulta muy difícil obtener emociones discretas (alegría, tristeza, ira, asco…) a partir de lecturas de electroencefalografía o resonancia magnética funcional. Parece que cada vez está más claro que la asimetría hemisférica nos puede indicar deseo de acercarse o de alejarse de un objeto, pero poco más. Los trabajos de Paul Ekman en los años 70 y 80 todavía están muy vigentes cuando queremos ser muy concretos.
Otro par de artículos antiguos relacionados con la detección de emociones en base las expresiones faciales:
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